lunes, 28 de octubre de 2013

Escarcha y relejos




Una mañana cualquiera, levantarse en soledad, salir de confortable calor conseguido en el transcurso de la misma bajo esas sabanas frazadas capas y capas cual cebolla que acobija mi valija y descansa mi pensamiento a veces tal tormento me trae aquel neurona je al estar tan lejos tuyo, cuesta tanto cortar el divague de que andarás haciendo, o viviendo te anhelo tanto que me muelo mis propias neuronas  como quemadas de acetona deben andar ya por si solas.
Salir preparar el desayuno y al ir a apagar las luces del hospedaje encontrarse con tanta frialdad hermosa escarcha y helada matinal. Eso relaja mi espíritu pero a tu lado me encantaría retratarlo, revivirlo. Algún día ha de suceder que como hoy estemos juntos al Sur cuidando de nuestro futuro.

Nahuel Fernandez...